lunes, 21 de enero de 2008

Con el permiso de su venia Sr. Reverte








Con el permiso de Arturo Pérez Reverte, voy a transcribir literalemente un artículo suyo, relativo a la supresión de un lema de una academia militar en España. Sin mas comentarios os dejo que lo leáis.

AQUÍ NO SIRVE NI MUERE NADIE

Esa murga sería preciosa en un mundo ideal, pero no en éste.

Seguimos actualizándonos, pardiez. En la academia de suboficiales de Lérida, Defensa –el nombre empieza a parecer un chiste– ha retirado la inscripción «A España servir hasta morir». La decisión se tomó por presiones de vecinos y políticos locales, que pedían la desaparición de un mensaje que consideraban «una vergonzosa agresión al paisaje, al buen gusto y a la libertad». Y bueno. Lo del paisaje y el buen gusto podría ser; pero la agresión a la libertad no termino de verla del todo. Mi libertad, por lo menos, no se ve agredida porque los suboficiales del Ejército sirvan a España hasta morir, en Lérida o en donde sea. Más bien al contrario. A mí, la verdad, que en un ejército voluntario, como el de ahora, haya individuos e individuas dispuestos a dejarse escabechar por España, siempre y cuando sea en condiciones normales de milicia y no en vuelos chárter de segunda mano para ahorrarle cuatro duros al ministerio, me parece estupendo. Alguien tendrá que hacerlo llegado el caso, digo yo. Y además lo llevan incluido en el oficio y en la mierda de sueldo que cobran. De modo que si a alguien le parece mal, sólo veo una explicación: ese alguien cree que no hace falta que nadie muera por España..

Dejemos las cosas claras. En este país ruin e insolidario, y en lo que a mí se refiere, las banderitas e himnos nacionales, regionales y locales, los villancicos navideños, las salves marineras y rocieras, las jotas a la Pilarica o a San Apapucio, los pasos de Semana Santa y la ola en los estadios cuando juega la selección tal o la cual, se los pueden guardar algunos donde les alivien. Cuando políticos, generales, obispos, financieros y presidentes futboleros, entre otros, agitan desaforadamente trapos, crucifijos, folklore, camisetas o lo que sea, en vez de heroísmo, patrias, dignidades, espiritualidades, tradiciones y cosas así, lo que yo veo es a millones de infelices manipulados desde hace siglos por aquellos que diseñan las banderas y los símbolos, utilizándolos para llevarse al personal a la cama. Lo que no es incompatible –acabo de escribir una novela sobre eso– con la ternura y respeto que siento por los desgraciados que lucharon, sufrieron y palmaron por una fe, por un deber o porque no tenían más remedio. Pero entre quienes se benefician de ello, no veo distinción entre derechas, izquierdas, nacionalistas o mediopensionistas. En sus manos pecadoras, tan sucia es la bandera que agitan como la ausencia de la que niegan. Bicolor, tricolor, multicolor, technicolor o cinemascope. Lo mismo si la izan que si la descuartizan.
Respecto a lo que decía antes, me explico más. Quienes crean que en un país normal, con fronteras y política exterior, los ejércitos resultan innecesarios, son unos pardillos. Esa murga sería preciosa en un mundo ideal, pero nada tiene que ver con éste. Ciertos cantamañanas olvidan, o ignoran, que quienes en 1936 vertebraron la defensa antifranquista, tonterías populacheras aparte, fueron los organizadísimos comunistas y los militares profesionales leales a la República. En cuanto al presente de indicativo, la razón de que Estados Unidos, nos cuaje o no, sea árbitro del mundo no se basa sólo en su potencia económica, sino en su carísima y eficaz máquina militar sin complejos. Europa es un ratoncillo en ese terreno, y España la colita cochambrosa de ese ratón. Pregúntenselo a Javier Solana, el míster Pesc del circo Price, cuando va a Israel y esa mala bestia de Sharon se le descojona en la cara. O a nuestro genio de la blitzkrieg diplomática y el buen rollito, el ministro Moratinos, la próxima vez que los ingleses le metan la Royal Navy en el estanque del Retiro. El pacifismo y el antiamericanismo rinden en titulares de prensa; pero la falta de fuerzas armadas propias significa que, si algo se va al carajo, habrá que pedir ayuda a los Estados Unidos, como en las guerras mundiales, Bosnia, Kosovo y demás. Siempre y cuando Estados Unidos no esté con el otro bando. Lo ideal, claro, es acabar de una vez con las armas y las guerras y besarnos todos en la boca dialogante, muá, muá, slurp. Pero esa película hace tiempo que la quitaron de los cines.
Aunque, volviendo a lo de la academia de Lérida, cabe una segunda posibilidad: que aparte de quien cree innecesario que exista gente capaz de sacrificarse por España, haya a quien le conviene que nadie la defienda si la maltratan o descuartizan. En el primer caso nos las veríamos con un ingenuo, o un imbécil. En el otro caso, con un relamido hijo de la gran puta.

Arturo Pérez Reverte


Final de la película Alatriste, música original del compositor español Roque Baños




12 comentarios:

Anónimo dijo...

Buen artículo, y buen blog.

A mi particularmente no me gustan los ejercitos. Pero el no tenerlo es como no tener policía. En un mundo ideal no harían falta ninguno de los dos. Pero a este le falta mucho para ser ideal.

Silvia_D dijo...

Pues en este tema prefiero no opinar, es que odio la violencia y es utópico , lo sé pero ese lema no me gusta , ni lo que implica, que en definitiva es violencia.
Mi lema es: haz el amor y no la guerra :D
PAZ PAZ Y PALOMITAS BLANCAS!!!
Besitos
Silvia

Ispilatze dijo...

Lo digo y no dejaré de decirlo: mira que me jode comulgar con este "ensudíafueunsoplapollas" (y con todos los respetos al "yoquésésisoplahoy"). Pero como que leo y, buscando contradecirle, me envaino las ganas porque tiene razón. Yo de los segundos no quiero ser (de los últimos esos de los que se acuerda de su madre). Y de los anteriores... pues vaya... tampoco, honestamente. Que vengan y me descojonen la casa sin más no tendría puta gracia. Tenerle que pedir ayuda al vecino del quinto (ese soberbio) también me jodería, peeeero... o voy y arrimo el hombro para que funcione la alarma (o el guardia de seguridá), o ni vecino, ni casa ni nás.
Qué país (¿países?)!
Puesta a utopías, me pido APÁTRIDA!! QUIERO EL CARNÉ!!!

Amateur65 dijo...

al pan pan y al vino vino, y el cafe que sea cortado. Arturo puede gustar o no, pero no titubea ni cambia de opinión y como el articulo es copiado no digo nada. Me parecio muy interesante desde mi punto de vista, y mas cuando me afecta. Bienvenido a mi pagina moises, un beso para ispi y diana

Unknown dijo...

Como siempre Reverte es Reverte, y está bien.
Pero vivimos aquí, no donde Alicia.
Saludos.

Silvia_D dijo...

Amateur1965 , es interesante contrastar opiniones y diferentes puntos de vista sobre todos los temas, claro que sí, pero dejate de cafe, pan y vino y saca ya el jamón joíooooo!!
Que me tienes muerta de hambre, por dios, que hombre más estrecho jejeje.
Si es que hay que decirlo todo , estos hombresss!!
Besotes
Silvia^^

Silvia_D dijo...

Buenos díassssss, vengo a traerte un beso niño y me voy volando con la escoba a pasear fiummmmmm!!

Amateur65 dijo...

gracias Dianna

Anónimo dijo...

Reverte es un tio con ideas claras. A unos les gustan y a otros no.

Pensamos que vivimos en un país de amor, tolerante y sin animosidad de dañar y pocas probabilidades de ser dañado. Los que conocemos ciertos ámbitos, sabemos que no es tan bonito.

Esta maniobra, también denominable "Bajada de pantalones ministerial", fue una falta de respeto a los suboficiales de Talarn, y por ende, a las FAS en general. En este país, Ex-paña, solemos pedir tolerancia para unas cosas y sin embargo los mismos que la piden son intolerantes con otras de forma ostentosa.

Somos tan tolerantes, que en nombre de una supuesta "Memoria histórica", que nadie recordaba, ya que el tiempo lo cura casi todo, se revitalizan los resquemores y las cicatrices pretéritas de una España mas que recuperada, se retiran estatuas de personajes históricos, incluyendo la que pesa sobre la estatua de Millan Astray, pero se mantienen otras de la Pasionaria (Tolerancia por los cojones).

A todo esto, el señor talanteroso, se atreve a publicar que su abuelo fue un minero mártir caido por la República, cuando solo hace falta consultar el archivo histórico militar para saber que fue a la inversa, el abuelito era un capitán de la República (como todos en aquella época) que participo en la represión de los mineros asturianos causando miles de muertos, apoyados por entre otros la III Bandera de la Legión en 1934.

Centrándome algo, si vamos a respetar, vamos a hacerlo todos, ese lema significa un modo de pensar, sentir y vivir de muchos españoles, no tienen derecho a readoctrinar al personal quitándole su cultura.

Paz y grifa.

Saludos. El gourmet

Silvia_D dijo...

Oiiisss , to lo que ha dichooooo!!
:))

Vintage dijo...

es q sin ganas me ha dejao el anonimo este pa opinar
por cierto los chicos de Talarn hace muchos años eran muy guapos, jejeje

es por suavizar

mak

Amateur65 dijo...

BOLERO que te me emocionas al pensar en uniformes, cadeteras, gorras jaja

un beso