viernes, 24 de enero de 2014

Y la culpa es mía








Y la vida continua entre sueños imposibles, las incertidumbres incompletas, las ambiciones no realizadas que se pierden en la vana esperanza de un venidero intercambio de afectos sentimentales que jamás llegan a culminarse, cuyos esfuerzos caen en el saco roto de la vida que devuelven a la cruda realidad ,las ilusiones depositadas en el fardo ilusorio del porvenir.
Esas ilusiones ,falsas, que todos y todas almacenamos como si fuera un depósito de empeño de objetos de arte.
¿De qué sirven los sentimientos depositados en la saca de desamor?.
El amor es como la discusión, cosa de dos y cuando uno no se está por la labor, la cosa queda en unos esfuerzos inútiles que solamente sirven para quemar la poca energía que aún tenemos acumulada cual condensador de no importa que aparato electrónico .
Y cómo dice el refrán, el movimiento se demuestra andando , el resto son bonitas palabras, vanas de hecho y de facto, que caen en el saco del olvido de las acciones no realizadas y de los proyectos inacabados cómo las palabras del político de turno y sus incumplidas promesas .
Es sólo un mal día, de una mala semana, de un mes de enero de un año cualquiera en el cual el vaso de la esperanza se ha vaciado ante la realidad
.

"Esta es la historia de un sábado 
de no importa que mes 
Y de un hombre sentado al piano 
de no importa que viejo café. 

Toma el vaso y le tiemblan las manos 
apestando entre humo y sudor 
y se agarra a su tabla de náufrago 
volviendo a su eterna canción 

Toca otra vez viejo perdedor 
haces que me sienta bien 
es tan triste la noche que tu canción 
sabe a derrota y a miel 

Cada vez que el espejo de la pared 
le devuelve más joven la piel 
se le encienden los ojos y su niñez 
viene a tocar junto a él 
Pero siempre hay borrachos con babas 
que le recuerdan quién fue 
el más joven maestro al piano 
vencido por una mujer 

Ella siempre temió echar raíces 
que pudieran sus alas cortar 
y en la jaula metida, la vida se le iba 
y quiso sus fuerzas probar 
No lamenta que dé malos pasos 
aunque nunca desea su mal 
Pero a ratos con furia golpea el piano 
y hay algunos que le han visto llorar 

Toca otra vez viejo perdedor 
haces que me sienta bien 
es tan triste la noche que tu canción 
sabe a derrota y a miel 

El micrófono huele a cerveza 
y el calor se podría cortar 
solitarios oscuros buscando pareja 
apurándose un sábado más 

Hay un hombre aferrado a un piano 
la emoción empapada en alcohol 
y una voz que le dice: "pareces cansado" 
y aún no ha salido ni el Sol 

Toca otra vez viejo perdedor 
haces que me sienta bien 
es tan triste la noche que tu canción 
sabe a derrota y a miel"









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